Ahí vienen los 50 años de la Guacherna. Los tambores de parranda están cerquita y el goce está cantado. Hoy Barranquilla le abre las puertas a su desfile nocturno más importante y con un dato que llena de orgullo a sus habitantes: celebrar en alto sus bodas de oro.
La expectativa se apodera de aquellos que esperan con ansias el inicio de un recorrido pactado para arrancar a las 6:00 p.m. Hay quienes se congregaron en los distintos puntos habilitados hasta tres horas antes para conseguir un buen puesto y otros que apenas se acomodan para apreciar el espectáculo.
Las notas de la música del Caribe se oyen en cada esquina anunciando la llegada de una noche mágica. El espíritu carnavalero se siente con fuerza y los rostros reflejan que la parranda no se apaga hasta el Miércoles de Ceniza.
Judith Sánchez ya tiene su pinta lista. La barranquillera confiesa que es uno de los desfiles que más le apasionan y por ello pisó la carrera 44 desde las 3:30 p.m., anehlando que las novedades de este año se cumplan a cabalidad.
“Me parece excelente que hayan decidido cambiar el horario porque así tenemos la posibilidad de mirar todos los grupos. Hay gente que se cansa y se va cuando pasan los reyes pero a mí me encanta mirar a todos”.
Algunos rostros revelan la fascinación y la curiosidad de quienes no son oriundos de Barranquilla, pero que han decidido sumergirse en la efervescente atmósfera del Carnaval.
Ramón Sánchez llegó desde Cali para descubrir la verdadera esencia que tiene la fiesta cultural más importante del país.
Aunque está de camisa negra, afirma que espera contagiarse del colorido único de la celebración.
“Llevo pocas semanas en Barranquilla pero he descubierto que aquí todo es Carnaval y eso se siente en el ambiente. Ahora mismo puedo estar en otro lugar y sé que voy a sentir el mismo ambiente de la música y de su gente. Es mi primera Guacherna y espero que rompa todas mis expectativas”.