Ada, la bullerenguera de Macayepo

Diecinueve años después de la masacre ocurrida en Macayepo, Bolívar (año 2000), Ada Rodríguez, una hija de esa tierra, nos cuenta un poco de su nueva vida con la que busca sanar sus heridas usando la música como método.

Desde aquella época llegó a Sincelejo junto a su familia desplazada por la violencia y nos contó que hoy hace parte del grupo de Bullerengue “Pie de Tambó” que lidera Javier Mercado y con un grupo de “Reggae”, que es un colectivo musical que se reúne para cantar este género musical, “Aquí no solo cantamos sino que creamos música para enaltecer la cultura”, dijo la cantante.

Asegura que canta desde muy pequeña, cuando apenas tenía unos 3 años, pero el bullerengue llegó a su vida hace poco, descubriendo que este hace parte de su esencia y de sus raíces afro. “Descubrí que allí estaba mi historia y esas raíces afrodescendientes junto a ese lamento negro que siento y que llevo en la sangre. Me siento identificada con esa música porque siento el dolor y el sufrimiento que pasaron los negros en el pasado”, contó Ada Rodríguez.

Dice que como bullerenguera lleva aproximadamente un año y en la actualidad estudia en la Escuela de Bellas Artes y Humanidades de Sucre, tratando de educar su voz y conociendo otros aspectos de la música que solo conocía de manera empírica.

De Macayepo llego a Sincelejo el 10 de octubre del 2000 desplazada por la violencia sin nada en sus manos, pero cargada de sueños y desde entonces junto a su familia se dedicaron a construir vidas para autorepararse.

Le nace del alma

Su canto y la música nacen del alma y eso de cantar, le sale del corazón y es por ello que cada vez que puede se presenta junto a su grupo en cuanto festival de bullerengue se pueda.

Hace cuatro meses estuvo en el festival en Necoclí, Antioquia, y también pasaron por la tarima del más grande festival de bullerengue que es el de Maríalabaja (Bolívar), donde se dice nació este género.

Para Ada dar a conocer el bullerengue es parte fundamental en su vida ya que esta es una cultura y una tradición que se está perdiendo y por ello considera que su misión es contagiar de esta música a otros jóvenes de Sucre y la Costa Caribe para difundirla aún más.

Vida al bullerengue

Expresó que necesitan crear espacios donde esta cultura se renueve y se mantenga viva desde la academia, y pasar de la oralidad a lo académico.

“Las cantadoras de Bullerengue se han ido al suelo y el legado se está perdiendo, pocos jóvenes lo interpretamos y me da miedo que se pierda en el tiempo”, contó.

Agregó que con el grupo “Pie de tambó le trabaja a un proyecto musical que es grabar un CD para seguir impulsando su música.

Con información de: Jáder Atencia Avilez.