'Payasa asesina' se declaró culpable de matar a exesposa de su marido tres décadas después
Sin embargo, la mujer asegura que no cometió el crimen y sus abogados se sostienen en que es inocente. ¿Por qué dijo entonces que sí lo había hecho?
En mayo de 1990, la puerta de Marlene Warren sonó y al abrirla observó a una mujer de payaso que le entregó unos claveles, junto a unos globos, y luego no vio nada más. La muerte ingresó por la entrada como el viento cálido de la primavera, pero en contraste, el cuerpo de la mujer se volvió frío mientras yacía en el suelo como consecuencia del violento impacto de varios disparos del arma de fuego, detonados delante de los ojos de su hijo.
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En la casa se encontraba la mujer, su hijo y unos amigos que habían llegado para disfrutar de un desayuno, sin saber que sería un payaso portador de tragedia el que tocaría en esa mañana. Al sonido de las detonaciones siguió la confusión. Incrédulos ante lo sucedido, los amigos de la mujer procedieron a conducirla a un centro médico donde falleció varios días después.
Al deceso le siguió una larga investigación que, casi 30 años después, no arrojaba culpables.
En los días del crimen, Marlene Warren, la mujer fallecida, estaba casada con el hombre que le dio su apellido, Michael Warren. Cuando las investigaciones del crimen se dieron por inauguradas hubo un rumor de que el hombre tenía una amante: Sheila Keen. Sin embargo, ambos negaron esas versiones.
Pero el rumor no estaba lejos de ser una realidad. A doce años del crimen, con las heridas del crimen dejadas en el pasado, Michael Warren decidió darse una segunda oportunidad en el amor. Esto se selló tras contraer nupcias con Sheila Keen, ahora Keen-Warren.
Ambos se conocían porque ella trabajaba para él en un lote de autos usados. Tras casarse, ambos se mudaron a Virginia, donde administraron un restaurante.
La prueba reina
Sheila Keen-Warren pasó a ser la principal sospechosa luego de que una prueba de ADN comprobara que un cabello encontrado en el auto en el que huyó el payaso asesino, provenía de ella. Esa se convirtió en la prueba reina para llevar a la mujer tras las rejas desde 2017. No hubo un juicio, pues quedó tras las rejas de manera preventiva.
La mujer siempre insistió en su inocencia. Sin embargo, en las últimas horas el caso dio un sorpresivo giro luego de que ella dijera durante el juicio que sí cometió el crimen. Sin embargo, esto solo fue reconocido luego de que el fiscal que lleva el caso, expusiera una serie de "beneficios", que llevarían a la mujer de vuelta a la vida social con menos de un año. En 10 meses, para ser específicos.
“Aunque fue difícil declararse culpable de un delito que no cometió, fue una obviedad cuando hay una garantía de que estarás en casa con tu familia”, señaló a AP el abogado de la mujer, Greg Rosenfeld.
