MEl fútbol es uno de los deportes que más pasiones despierta en el mundo. Colombia no escapa a esta realidad, es por eso que las hinchadas de los 36 clubes que hacen parte de los dos torneos profesionales que se disputan en el país celebran y sufren cada uno de los resultados. Pero cuando llegan rachas negativas que se extienden durante años, muchos comienzan a pensar en lo peor, incluso a considerar que sobre ellos ha recaído una especie de maldición.
Uno de los hechos que mayor popularidad ha tenido en nuestro fútbol es la Maldición del Garabato, en referencia a la mala suerte que corrió el club América de Cali, que vio escapar una varias Copas Libertadores y tuvo una sequía de títulos que duró 31 años.
Así registraron los medios la muerte del autor:
La leyenda relata que Benjamín Urrea, quien hacía parte de las directivas del América, en 1948 se habría negado rotundamente a la inclusión de su club en la Liga Profesional Colombiana. Este hombre conocido como
Garabato
sostenía que el onceno debería seguir en la Liga Aficionada ya que nunca seria campeón y que no tenían el nivel de competencia para un torneo de élite. Además de esto también reclamaba una plata que le adeudaban los dempas socios.
Por eso y tras discutir por meses, el resto de los directivos decidieron que
Los Diablos Rojos
se convertirían en un club Profesional y que Garabato debía aceptar esta determinación e irse sin su dinero. Tras enterarse de esto, Urrea les lanzó una maldición que sería recordada por diferentes generaciones vallecaucanas: “Que lo vuelvan profesional, que hagan del América lo que quieran, pero juro por mi Dios que nunca serán campeones…”
Sus palabras tendrían fuerza, ya que durante 31 años América deambuló por el torneo profesional sin conseguir un título. Muchos le atribuyeron esa mala suerte a la maldición que lanzóGarabato. En 2011 este club descendió a la primera B y tras cinco años aún no ha podido lograr recuperar su prestigio, muchos aún consideran que la sentencia de Garabato sigue haciendo estragos.
EL SACERDOTE MILLONARIO
Otra maldición que se hizo popular es la que lanzó un sacerdote contra Millonarios. Fueron 24 años de sequía los que vivieron los hinchas del cuadro embajador, luego de que en 1989, los capitalinos fueran eliminados en la semifinal de la Copa Libertadores por Atlético Nacional. Para colmo de males, los verdolagas darían la vuelta olímpica en El Campín, tras derrotar en los penales a Olimpia de Paraguay.
Un sacerdote antioqueño que asistió al encuentro en avanzado estado de embriaguez derramó aguardiente sobre la gradería oriental y afirmó: “Este estadio que siempre nos vio con desidia y por encima del hombro durara 20 años sin volver a tener una sola alegría”. Sus palabras tuvieron tanta fuerza que Millonarios debió esperar 24 años para volver a dar una vuelta olímpica y conseguir su estrella 14.
BRUJERÍA EN NEIVA
El Atlético Huila no se escapa de las maldiciones y las brujerías, el año pasado un grupo de trabajadores que removían el césped del Estadio Plazas Alcid, encontraron en medio del arco de la zona sur un extraño entierro escondido en una botella plástica que contenía cuatro muñecos de fútbol, un líquido rosado, una hoja verde con el nombre del Atlético Huila, un dado y un billete de dólar. Al parecer, esta brujería buscaba que el Huila nunca saliera campeón de la LigaColombiana. Los huilenses ascendieron en 1993 y nunca han podido dar el grito de campeón. Han realizado grandes campañas pero siempre falta esa pizca de suerte para bañarse de gloria.
Las maldiciones al rededor del mundo
No solo en Colombia se ven las maldiciones en el deporte rey. Al rededor del mundo son varios los equipos de fútbol que fueron cubiertos con palabras malditas o hechizos que para muchos surtieron efecto. Uno de los casos de mayor resonancia en Sudamérica es el del club argentino Racing.
La leyenda cuenta que un grupo de hinchas de Independiente, su rival de patio, enterraron siete gatos en el arco que da hacia la tribuna popular del estadio Presidente Perón (casa de Racing). Pese a que este onceno venía de ser campeón en 1966 del torneo argentino, la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental, después del entierro nunca volvió a tener logros destacados.
Con el tiempo desenterraron seis gatos, pero no pasaba nada. Incluso el equipo se fue al descenso en la década de 1980. Hasta que por fin en 1998 se removió el terreno completo para sacar los restos del último felino. Luego de esto, hubo una misa y una serie de ritos que funcionaron para que Racing volviera a ser campeón argentino en 2001.
EL HECHICERO DE LOS AUSTRALIANOS
Para alcanzar la clasificación al Mundial que se cumplió en 1974 en territorio alemán, la selección de Australia llamó a un hechicero vudú con la esperanza de clasificarse para esta competencia.
El chamán lanzó entonces una maldición sobre todos los adversarios de este combinado rumbo a la cita mundialista. Los australianos derrotaron a Rodesia (actual Zimbabue), en la segunda ronda de las eliminatorias y el hechicero reclamó sus honorarios, sin conseguir que le cancelaran lo pactado.
Esto desató su ira y para vengarse, invirtió la maldición, de modo que afectase a los australianos. Los efectos no se hicieron esperar: aunque viajaron a Alemania 1974, no marcaron ni un solo gol. Tuvieron que esperar 32 años para poder hacer una actuación decorosa en el Mundial de Alemania 2006. Antes de esta participación visitaron a un hechicero vudú en África para que conjurase la maldición.
EL ARQUERO BRUJO
Thomas N’Kono no solo es recordado por ser exarquero de Camerún, sino también por practicar la magia negra. Siendo preparador de porteros de la selección de su país, fue arrestado minutos antes del partido por las semifinales de la Copa Africana de Naciones 2002 ante Malí,por practicar actos de brujería dentro del terreno de juego para perjudicar a sus rivales. Esto fue observado por varios testigos y confirmado por las autoridades.
LA MALDICIÓN DE CHASCOMÚS
En 1994 el club Quilmes de Buenos Aires recurrió a la magia para lograr el ascenso ante Gimnasia y Esgrima. Con la ayuda de una bruja de nombre Dora, oriunda de la ciudad de Chascomús, realizaron un ritual que ayudaría al club cervecero a llegar a primera división. Una vez terminado el trabajo, los dirigentes de Quilmes se negaron a pagarle, por lo que la bruja maldijo al equipque finalmente no ascendió.
En 2003, un hincha bautizó a su hija como Dora, con la esperanza de que dicho tributo favoreciera al equipo. Tal parece que esto surtió efecto pues un año después Quilmes consiguió el ascenso.
BELA GUTTMAN Y EL BENFICA
El entrenador húngaro Bela Guttman fue el encargado de dar al equipo Benfica portugués sus Copas de Europa en los años 60. Pese a eso, fue despedido y se marchó diciendo la siguiente frase “Nunca, ni en cien años, el Benfica volverá a ganar un título en Europa”. De momento esa premonición tiene sentido, ya que han sido muchas finales que las águilas han perdido. Todavía quedan casi cinco décadas para finalizar la maldición.