Cuando por las noches se pasa a pie o en bus por el barrio Los Andes, de la ciudad de Barranquilla, es inevitable no mirar con curiosidad la edificación abandonada donde funcionó a sede principal del Seguro Social, mejor conocida como el Seguro de Los Andes, que en su momento fue la más grande que poseía la región Caribe, que contaba con un pabellón especial para quemados.
Allí, en el área que próximamente será demolida para darle paso a la construcción de un centro comercial, crece una maleza exótica que envuelve la estructura y pareciera que en sus espacios vacíos y pasillos olvidados deambularan algunas entidades fantasmales a la espera de algún visitante desafortunado para mostrar el martirio que los mantiene penando.
Los 23.625 metros cuadrados que ocupa esta edificación situada en la calle 57 entre carreras 24 y 25, es una de las más enigmáticas del Caribe.
Andrés Araujo, uno de los líderes de la comunidad web Costa Paranormal, afirma que este antiguo centro médico posee muchos espectros con muchas historias terroríficas que ha recopilado.“El seguro los Andes tiene 34 espíritus, datos obtenidos por médiums y testimonios iguales de personas que vieron los mismos espectros y nos han compartido su experiencia en nuestro grupo de Facebook”, aseguró.
OCTAVIO, EL PIRÓMANO FANTASMA
El 21 de abril de 1997, a las 10 de la noche, en la cocina del Seguro de los Andes ocurrió un incendio. En ese tiempo culpaban del incidente a un espíritu que tenía una historia de amorenfermiza y escabrosa. Su nombre era Octavio, un piróConozca mano psicótico que murió en el pabellón de quemados a causas de graves quemaduras.
Octavio se enamoró de Elena, su psicóloga, que no le correspondía porque estaba próxima a casarse, y en un ataque de ira fue a quemar la casa de su prometido, sin saber que en el interior Elena estaba pasando la noche.
Según esta leyenda los tres fallecieron en el pabellón de quemados de este seguro y desde entonces se contaba que Octavio penaba allí. “Muchos colegas vigilantes decían que en las noches se aparecía un hombre quemado y vendando gritando ‘!Elena!’, y sentían un fuerte olor a quemado. También decían que a veces se veían llamas en las ventanas, pero cuando iban atender la conflagración no encontraban nada” cuenta Manuel Paternina, antiguo vigilante de este Seguro.
OTROS ESPECTROS
Abigail Rodríguez antigua enfermera de este Seguro cuenta que cuando realizaba los turnos nocturnos, los cuchaban en la Sala Neonatal frases o susurros diciendo: "¿Mami eres tú?". “Entre las enfermeras se decía que eran las almas de los niños muertos en la antigua clínica”, relata Abigail.
También cuentan algunas personas sobre la aparición del espectro de una mujer que se asoma por las ventanas y logra captar la atención de los transeúntes, generando en ellos escalofríos.
Enrique Maldonado relata su experiencia con este fantasma. “Me habían pedido un domicilio por el lugar y buscando la dirección pasé por el Seguro de los Andes donde se asomó por una ventana una mujer delgada que sostenía un niño ensangrentado en sus brazos. De la impresión acelere y olvide el domicilio”.
Otra experiencia similar es contada por Niní Morales, que explica como junto con sus amigos mientras caminaban por los alrededores de esta edificación abandonada vieron una mujer con un cordón o intestino en la mano. “Quedé tan impresionada que hasta me dio una fiebre”.