Una bruja se oculta debajo de una cama y sujeta el pie de una niña.
Una bruja se oculta debajo de una cama y sujeta el pie de una niña. Imagen de referencia.
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Experiencias con brujas en octubre, su mes predilecto

Tres historias terroríficas ocurridas durante esta temporada.

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Llegó octubre, un mes relacionado con el más allá. Es por eso que las historias de brujas vuelven a tomar popularidad, especialmente en un tiempo en el que muchos piensan que solo es una fecha comercial alegórica al misterio. Sin embargo, muchas otras personas también lo identifican como una temporada en la que ellas aprovechan para manifestarse con mayor fuerza.

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Durante estos días son muchos los que aseguran haber tenido experiencias paranormales relacionadas con estas entidades. Existen historias horrorosas como las que contaremos a continuación, las cuales dejaron sin aliento a sus protagonistas.

 

 

LA BRUJA DE LA VENTANA

Una bruja en una ventana. Imagen de referencia.

Maicol Escobar, un operario de maquinaria pesada, cuenta que cierta noche lluviosa venía de su trabajo y tomó el bus equivocado, quedando muy lejos de su vivienda. Fue por eso que le tocó caminar kilómetros para llegar a su casa.

En el trayecto vivió una experiencia escabrosa, que lo marcaría por siempre con las brujas.

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“Iba caminando con prisa, cuando depronto me llama la atención ver a una señora vieja encorvada que estaba fuera de una casa, mirándome por una ventana. Cuando pasé muy cerca pude ver que tenía una boca grande y una lengua larga, que le estaba metiendo por los ojos a una persona que estaba dormida. Corrí como nunca”, relató Escobar, al borde del terror, en medio de una jornada de relatos paranormales. 

El hombre cuenta, con evidente temblor en sus manos, que llegó a su apartamento y de inmediato cerró todas las puertas, se quitó la ropa y se dispuso a dormir.

Poco tiempo pasó hasta que notó que, conducido por el nervio, había perdido la cartera durante el trayecto.

“En medio del sueño sentí que me lamieron el cachete y luego escuché una sonrisa macabra, creí que estaba alucinando, pero luego vi al espanto que me arrojó la cartera sobre la cama. Comencé a orar y encendí las luces para alejar al espanto”.

 

 

DURMIENDO CON UNA BRUJA

Imagen de referencia

Gonzalo Durán cuenta que, cuando era joven, vivió arrendado en muchas partes. Su memoria lo lleva de casas angostas hasta una en la que mantuvo un amorío con su arrendadora, quedándose a dormir con ella en su casa como su pareja.

Sin embargo, no todo era placer en la habitación donde ambos aprendieron a convivir entre el calor de los cuerpos y el placer de los sentidos cuando los seres comparten la intimidad. El hombre cuenta que algo le incomodaba y era ver al vecino del frente haciéndole señas desde su casa.

“Un día me sentí demasiado cansado y me acerqué al vecino y me dijo que la vieja con la que estaba viviendo era bruja, y que durante la noche se ponía barrer a las tres y media de la madrugada y que después se montaba en el techo”.

Durán cuenta que se echó a reír y lo dejó hablando solo, pero días más tarde se aterraría de lo que descubrió.

“Me levante y no la vi a mi lado, de repente sentí un ruido en el techo y cuando me monté a ver de qué se trataba, me di cuenta que sus piernas estaban cortadas y se escuchaba una risa a lo lejos. Esa misma noche abandoné esa casa”.

 

EL SOLDADO Y LA BRUJA

 

El soldado Mario Tobón cuenta que una vez le tocó prestar servicio en un pueblo del Cesar. En cierta calle una señora le dio hospedaje, pero mientras dormía lo empezaron a molestar. “Sentía que chiflaban, me tiraban piedras, oré y me dormí de nuevo, pero de pronto sentí que me estaban besando. Cuando me desperté estaba debajo de la cama con una mujer desgreñada que me tenía los brazos agarrados. Enseguida a punta de golpe salí debajo de la cama y le dije a la dueña que me iba”.

Tobón cuenta que después la dueña de la casa le contaría que ese era el espíritu de la antigua dueña de esa vivienda a la cual le gustaba mucho los uniformados.