Archivos X

ESPECIAL | Esoterismo: la controvertida tradición que sigue en pie en el Caribe

Las artes adivinatorias son comunes en Ciénaga, pero un estigma maligno persigue a quienes lo practican.

Compartir en:
Por:

La fama de Ciénaga en cuanto a lo que a las prácticas esotéricas se refiere no es infundada, pues este municipio del Magdalena es la casa de un gran número de personas, más de lo que uno podría llegar a pensar, que se dedican a leer la suerte, hacer tratamientos y liberar espíritus, alimentando las historias fantásticas de brujería que desde tiempos inmemorables circulan de boca en boca y que ha causado que quienes realizan estos rituales sean tildados como diabólicos.

Pero más allá de los cuentos de brujas que vuelan, se transmutan en animales o visitan en sueños a sus víctimas para atormentarlas, como relatan las crónicas de la época de la inquisición católica, dos espiritistas de la localidad relataron sus experiencias en el mundo del ocultismo.

EN CONTRA DEL ESTIGMA

Para el Profesor Humberto, como pidió ser llamado para mantener en reserva su identidad y quien tiene más de 40 años practicando la brujería, hay una idea preconcebida de lo que hacen y por eso son señalados, sin embargo, para él lo más importante es satisfacer a las personas que lo buscan para algún tratamiento de hierbas, ya sea para la salud, el amor, la prosperidad o simplemente porque quieren conocer su futuro a través de las cartas o la lectura del tabaco.

“Algunas veces llega alguien para que le haga un trabajo en contra de otra persona, pero esas cosas no me gustan porque yo trabajo con los ángeles y los santos, además por eso es que nos estigmatizan como adoradores del diablo”, relató el veterano mentalista.

ORGULLOSA DE SU OFICIO

Por su parte la espiritista Carmen De la Hoz, quien lleva 12 años viviendo en Ciénaga luego que llegara desde El Retén, donde nació, asegura que esta práctica le ha traído más satisfacciones que tristezas.

“Mi don es natural, mi abuelo me enseñó lo que sabía a la edad de seis años, pero no fue hasta que conocí a mi guía espiritual que comencé a leer el futuro y a liberar espíritus. He llegado a muchos sitios y en algunos me han tratado mal por lo que hago, sin embargo, la mayoría de las veces soy bien recibida y apreciada por los clientes”, comentó De la Hoz.

Así mismo, aclaró que a ella esos trabajos que llaman ‘porquería’ no le atraen, pues su mayor don es la liberación de espíritus, por lo que recibe a personas procedentes de diversas partes del país.

“Yo trabajo con la guía del Arcángel Miguel y los Indios de Colección para sacar espíritus, lo que me ha traído muchas satisfacciones; cada vez que alguna persona regresa y me agrade­ce por ayudarla me da mucho orgu­llo mi trabajo, porque lo hago para ayudar y no para maldecir, dominar, doblegar o humillar, prácticas oscu­ras que siempre traen consigo ma­las consecuencias para uno”, ase­veró Carmen mientras barajaba sus cartas en el humilde consultorio que tiene en su casa, en el suroriente de Ciénaga.

Por: Gerardo Correa M