Crece la zozobra en Salgar por la profanación de una tumba

"Me tocó sepultar a mi hijo dos veces".

Con lágrimas en sus ojos y esta sentida frase, Wilmer Gabriel Santamaría Cardeño inició el relato de cómo fue recibir la llamada de su esposa la mañana del pasado 4 de enero, para alertarlo de un hecho que reviviría el dolor que le causó la muerte de uno de sus hijos en el 2020. 

Una macabra escena captaba la atención de los habitantes del corregimiento de Salgar, en Puerto Colombia. El cuerpo de Wilmer Santamaría Peña fue extraído de la tumba en la que reposaba, y además, su cráneo fue puesto en la parte superior de la misma.

 A un costado de la bóveda yacía el cadáver de este joven dentro de la bolsa negra en la que fue sepultado, a pocos metros, una botella de licor, flores naturales nuevas y unas papeletas de lo que serían sustancias alucinógenas. 

“Fue muy triste llegar al cementerio y ver cómo estaba destruida la bóveda de mi hijo, muy fuerte la impresión de su cuerpo tirado en la bolsa negra y en estado de descomposición. La calavera me la pusieron encima de la bóveda y además le cortaron la parte donde tenía el cabello, no apareció por ningún lado”, expuso el afligido padre.

Por las cuadras que rodean el camposanto del corregimiento de Salgar era inevitable no sentir los fétidos olores que emanaban estos restos. Aunque los mismos moradores y dolientes del difunto esparcieron polvo de cal para disiparlos un poco, pasan los días y aún se sienten. 

“No tuve de otra que ponerme un tapabocas y recoger como pude los restos de mi hijo, aún había sangre y agua por la descomposición de cuerpo. Varios vecinos me ayudaron a reparar la  bóveda y regar cal, porque da pena con ellos por los fuertes olores. Esto que le hicieron no se justifica porque él estaba descansando en paz”, señaló.

Aunque son oriundos de Barranquilla y tienen más de 10 años viviendo en Salgar, Wilmer Santamaría Cardeño aseguró a esta casa editorial que nunca han tenido problemas con nadie, ni mucho menos tiene enemigos que podrían hacer algo tan “escabroso”. 

Primera vez que sucede

Los habitantes del corregimiento se mostraron consternados con este hecho, pues aseguraron que es primera vez que sucede.  Miguel Donado Nieto, quien es el presidente de la Junta de Acción Comunal del sector 3 de Solimar, explicó a EL HERALDO que existe una gran preocupación por el irrespeto hacia este lugar sagrado. 

“Es una situación alarmante que nunca habíamos vivido en Salgar, por ende hacemos un llamado a las autoridades para que se apersonen de esta situación, porque si pasó eso, nada nos garantiza de que no pueden ocurrir cosas peores en la población”, detalló el líder comunal. 

Asimismo expuso que, “hemos visto que a muchas tumbas les han partido los jarrones, se roban las lápidas o cualquier objeto que pueda ser de fácil acceso. En mi caso particular, mi mamá falleció hace cuatro meses y en su bóveda también han hecho cosas, han partido los jarrones, hemos puesto botellas plásticas, y todo eso se lo llevan”.  

Camposanto a la “deriva”

Por más de 10 años el Cementerio de Salgar ha permanecido totalmente abierto. La ausencia de rejas, las paredes bajas y otras caídas facilitan el ingreso de cualquier persona a este lugar sin importar la hora.

Carmen Alicia Vega González, presidenta de Asocementerio del corregimiento, reveló que aunque anteriormente habían tenido inconvenientes con algunos consumidores de drogas e incluso con personas que arbitrariamente viven dentro del cementerio, nunca registraron un hecho como el que se vivió ese miércoles. 

“Estamos muy preocupados, hemos luchado por muchos años para que la Alcaldía de Puerto Colombia mire hacia el cementerio del corregimiento de Salgar, está muy abandonado, abierto todo el tiempo y hasta las paredillas se han caído.

Llevamos más de 10 años luchando para que lo intervengan y ojalá ahora si nos escuchen”, manifestó la mujer de 63 años. Cabe resaltar que, actualmente este camposanto cuenta con un total de 460 bóvedas. 

Medidas a implementar

Ante lo sucedido,  el jefe de la Oficina de Convivencia y Seguridad Ciudadana de Puerto Colombia, Saúl Leiva, indicó que la primera hipótesis que se maneja estaría relacionada con la actuación de una secta satánica, esto por la forma en la que sucedieron los hechos. 

“Como administración municipal lo que hemos implementado para que estos hechos no se vuelvan a repetir en ningún otro camposanto es disponer de los servicios de vigilancia privada en cada uno de estos espacios que son jurisdicción de Puerto Colombia. Es importante resaltar que el cementerio de Salgar es muy extenso y por ende es un poco complejo el tema de la vigilancia”, expuso el funcionario. 

Asimismo enfatizó en que con ayuda del Ejército y la Policía Nacional se aumentarán los patrullajes en la zona con el fin de poder prevenir otros sucesos y garantizar la seguridad en la zona. 

En cuanto a los procesos investigativos, miembros de la Sijín de la Policía Nacional adelantan las pesquisas del lugar para establecer lo que pudo haber ocurrido y dar con el paradero de los responsables.